¿Fetiche o sexo kinky? ¿Cuál es la diferencia?

Para convertirse en todo un experto del romance, es importante mantenerse informado y dominar el lenguaje de la sexualidad. No solo hablamos de prenderle fuego a la habitación, sino también de encender tu mente. ¿Ya sabes qué es un fetiche? ¿En qué se diferencia del sexo kinky? Si aún no distingues uno del otro, ¡no te preocupes! Aquí te compartimos una breve guía para que no te quedes atrás:

¿Qué es un fetiche?

Un fetiche se refiere a un objeto específico, una parte del cuerpo sexual o no sexual, o un comportamiento que debe estar presente para lograr la excitación y el disfrute sexual. Aquellos con un fetiche, que puede ir desde el gusto por los pies hasta usar un material específico, como el látex, pueden encontrar difícil o prácticamente imposible experimentar placer en ausencia del fetiche.

¿Qué es un kink?

Un kink, o el sexo kinky es un comportamiento o práctica sexual que queda fuera de las prácticas estándar. La traducción al español más aproximada sería: perversión o torcedura. Estas varían ampliamente, con ejemplos que van desde el juego de roles, juguetes sexuales, sexo virtual, hasta juegos de respiración, que pueden implicar asfixia. Muchas comunidades de interés sexual se forman con base en una preferencia en común, por ejemplo: BDSM (Bondage, Disciplina, Dominación, Sumisión, Sadismo y Masoquismo).

¿Cuál es la diferencia?

En ocasiones escuchamos ambos términos para expresar cualquier tipo de deseo sexual, sea alguna fantasía fuera de lo ordinario o alguna preferencia a la hora de apagar la luz. En realidad, estos conceptos representan ideas distintas, por lo que aprender a diferenciarlos puede evitar malentendidos.

La diferencia clave entre los dos conceptos recae en la excitación sexual. Un fetichista (la persona con un fetiche) no puede lograr placer o excitación sexual sin su objeto o acto fetiche. En cambio, los kinks pueden utilizarse para mejorar la experiencia sexual, sin embargo, no son primordiales para lograr el clímax. La definición de fetiche también se refiere a un objeto inanimado o parte del cuerpo, mientras que los kinks se refieren a un espectro más amplio de intereses sexuales.

A pesar de que ambos conceptos son aceptados, siguen representando un tema tabú socialmente. Por eso es importante normalizar las conversaciones al respecto, ya que es imprescindible mantenerse informado para lograr una vida íntima plena, satisfactoria y libre de prejuicios.