Socialmente a los hombres se les ha considerado como “proveedor” y “pilar” de la familia, esto puede hacer que su manera de enfrentarse a obstáculos como el desempleo, sea mucho más complicado.
Si bien, el trabajo es la fuente principal de ingresos, también se ha demostrado que el hecho de trabajar brinda bienestar psicológico y social, por ello es “normal” que al perderlo, haya sentimientos de culpa, frustración, tristeza o enojo.
El desempleo puede provocar ansiedad, tensión, angustia y preocupación, todos estos sentimientos pueden incluso desencadenar depresión, porque además del “desamparo económico” hay efectos en la estructura de la vida diaria.
Es cierto que a los hombres esto puede afectarles mucho más a nivel emocional ya sea debido al peso social, educación y prejuicios.
Aquí tienes algunos consejos que pueden ayudarte a sobrellevar estos sentimientos negativos:
-Entender que es una situación temporal.
-Mantente motivado, haz ejercicio, lee, sal a dar un paseo.
-Aprovecha la pausa, reflexiona si tienes puntos que cambiar o mejorar.
-Obviamente, organiza el CV y comienza la búsqueda de un nuevo empleo.