Masculinidad tóxica y las nuevas formas de ser hombre 

Al pensarlo, la masculinidad puede parecer algo lógico y obvio, pero no lo es. Existen tantas formas de ser hombre como hombres hay en el mundo. Lo aparente es que todos debemos responder al mismo tipo de masculinidad, pero ésta deja fuera a muchos. Hablemos de ello.

 

La masculinidad es un aprendizaje cultural, o sea, que es nuestro entorno el que nos enseña cómo ser hombres. Tanto la familia próxima como la sociedad en general nos conducen hacia un tipo de masculinidad conocida como hegemónica. 

 

Desde hace años, teóricas de diversas disciplinas han señalado que la masculinidad hegemónica es tóxica en el sentido de que es un molde estereotípico en el que los hombres somos insertados sin la oportunidad de cuestionar si es lo que nos representa verdaderamente o no.

 

 

En este sentido, la masculinidad tóxica es una norma que ya caducó y necesita ser cuestionada y retada por nosotros. Estereotipos como “los hombres no lloran”, “los hombres y las mujeres no pueden ser amigos”, “los hombres deben ser fuertes” o “los hombres deben tener poder y dinero” nos han cerrado puertas de expresión saludables de quiénes somos en realidad.

 

Debemos cuestionar los principios que parecen inamovibles respecto a ser hombre. Abramos la reflexión: qué es lo que nos hace hombres, por qué, qué pasaría si eso no fuera una ley. Pensemos en una nueva forma de expresarla, que recupere la dignidad de ser hombre sin afectar negativamente a mujeres e infancias. 

 

 

Admitamos, además, que es un proceso duro y que requiere constancia. La libertad de descubrir cómo expresar la masculinidad tiene el precio de la observación y la valentía de hablar de tus emociones, de reconocer tu capacidad de cuidar de otros, de vestirte como te gusta, aunque sea una prenda “de otro género” o de simplemente escuchar activamente.

 

Por supuesto que existe resistencia y duda, por eso necesitamos hacer este proceso de forma colectiva. El siguiente paso para tener más ligereza y mejores relaciones con nuestro entorno es hablar de cómo la masculinidad tóxica nos ha hecho sentir.

 

¿Qué te gustaría expresar en tu forma personal de ser hombre?

 

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